PREMIO GRÀFFICA 2014
Mario Eskenazi es uno los referentes más sobresalientes en el ámbito de la identidad visual corporativa en España. Aunque lleva más de media vida instalado en Barcelona, es natural de Córdoba (Argentina, 1945). Estudió arquitectura en su ciudad natal donde también trabajó para el canal televisivo de la universidad, pero con la llegada de la dictadura militar se traslada a Europa.
En Barcelona realiza sus primeros trabajos de la mano de los también argentinos America Sanchez (Premio Gràffica 2013) y Carlos Rolando. Trabaja en agencias de publicidad y desarrolla la imagen corporativa de Banca Catalana, lo que le da cierta popularidad.
A partir de aquí Mario desarrolla trabajos en el campo de la dirección de arte, trabajando más asiduamente para MMLB, una de las agencias que marcó en los 70. Esta ha sido su última etapa en publicidad. Su objetivo es centrarse en diseño gráfico. Pasando de la publicidad a la gráfica por el puente del diseño de envases.
En 1979 Mario Pellegrini, dueño de la editorial argentina Argonauta, le encarga el diseño de portadas y con ese antecedente entra en contacto con Paidós-Barcelona, con la que lleva trabajando hasta el momento. El contacto con la agencias no se pierde, y sigue colaborando en diseño de marcas.
En la década de los 80 finalmente se instala en Barcelona donde hay que destacar un hito importante en su desarrollo profesional con la experiencia Summa en 1989. Después de 5 años Mario Eskenazi deja la agencia de branding para continuar con su estudio individual. En esta última etapa destacan dos trabajos de gran presencia pública: la identidad corporativa del Banc de Sabadell y Barcelona Neta.
Muchos de sus proyectos, de enorme inteligencia conceptual y deliciosa simplicidad gráfica, definen en gran parte el paisaje gráfico de nuestro país y han permitido un notable progreso en el lenguaje visual de las marcas. Evax, Barcelona Open Banc Sabadell, las cubiertas para la editorial Pensamiento Contemporáneo o BCNeta! son solo algunos ejemplos significativos.
La fuerza comunicativa de sus proyectos le valió el Premio Nacional de Diseño de 2000. Mario Eskenazi también recibió un Premio Gràffica 2014 «por su contundente trabajo, capaz de aglutinar un gran concepto de la forma más simple»., según las alegaciones del jurado. «La atemporalidad de su obra nos retrotrae a una forma de elaborar muy humana, donde los clientes entran en un juego inteligente».