Premio Gràffica 2018
Por saber captar la escena perfecta en el momento más idóneo y hacerlo con la sutil delicadeza de un felino (y sin traicionar o aprovecharse de aquellos que protagonizaban sus imágenes). Por disfrazarse de muchos personajes (secretarias, esposas) con un fin: conseguir la impecable instantánea que tanto anhelaba. Por ser la primera de muchas otras profesionales que, sin ella, no habrían encontrado la senda por las que guiar sus pasos. Por demostrar que el buen fotoperiodismo no entiende de género o discriminación, sino de personas comprometidas, apasionadas y valientes.
Foto de cabecera: Imma Cortés
Joana Biarnés fue la primera que adoptó formalmente el título de ‘fotoperiodista’, una profesión que llevaba en las venas y que no le fue fácil desempeñar en sus inicios, los difíciles años cincuenta. En su trayectoria, Biarnés ejerció primero como fotógrafa en Barcelona y posteriormente en Madrid.
Su carácter intrépido y su simpatía le permitieron fotografiar –y en algunos casos trabar amistad– con personajes como los Beatles, Raphael, Rudolf Nureyev, Joan Manuel Serrat, Carmen Sevilla, Pilar Miró, Orson Welles, Luis Miguel Dominguín, el Cordobés, Salvador Dalí o Santiago Bernabéu, entre muchos otros.
Destaca por su singular mirada y extraordinaria calidad, inmortalizando el mundo del deporte, la moda, la cultura, la política y la sociedad de su época.
Hoy, Joana Biarnés se ha convertido en un nombre con autoridad propia en el sector: se ganó la confianza de Raphael (fue la fotógrafa oficial de sus giras), pasó a ser la protegida del mismísimo Dalí y retrató a los Beatles y otros tantos importantes nombres de la cultura de nuestro país valiéndose siempre de la discreción y honestidad que todavía hoy la caracterizan.